Hablar de Laguardia es hablar de vino. El color de sus paisajes, su historia, la vida de sus gentes, todo está indisolublemente unido a él, no en vano produce esta villa unos doce millones de litros anuales.
Hablar de Laguardia es hablar de vino. El color de sus paisajes, su historia, la vida de sus gentes, todo está indisolublemente unido a él, no en vano produce esta villa unos doce millones de litros anuales.