Oporto (Portugal)

Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996 y es la segunda ciudad más importante de Portugal después de su capital, Lisboa. Llegamos sobre las 11 de la mañana (hora local) del viernes al aeropuerto Sá Carneiro donde nos esperaba el conductor de una esplendida furgoneta Mercedes de un servicio de transporte contratado previamente, muy recomendable si el grupo es de más de 4 personas como era nuestro caso. Nos trasladó a nuestro hotel, el Eurostars Das Artes, con magníficas vistas
al río Duero y a escasos 5 minutos a pié del Puente Luis I. A las 12 ya estábamos dispuestos a conocer esta bonita y animada ciudad y a tomar la primera foto…

 
Puente Luis I. Su característica más destacable, es el hecho de tener dos tableros. Actualmente por el tablero superior cruza la línea amarilla del Metro de Oporto, y el inferior está abierto al tráfico rodado.
 
 
Para tomar el pulso a la ciudad, un breve paseo por la orilla del río repleta de terrazas y restaurantes y las fachadas de sus casas que se han convertido en una de las imágenes más conocidas de Oporto. Esta foto está tomada desde el barco en el que hicimos una muy recomendable excursión el domingo por la mañana.
 
Ya después de comer, nos dirigimos al centro de la ciudad, a la Avenida dos Aliados repleta de edificios modernistas incluido su Ayuntamiento de mármol y granito. La Avenida comienza en la Plaza da Libertade, en cuyo centro tenemos una estatua ecuestre del rey Pedro IV.
 
Cruzando la calle llegamos a la estación de trenes de Sao Bento donde podemos apreciar murales realizados en azulejos que nos explican la historia de la ciudad.
 
 
 
 
Desde la estación se ve la catedral pero decidimos no ir ya que teníamos una visita guiada concertada para el sábado y no era plan de adelantarnos a lo que nos iban a mostrar al día siguiente. Así que tomamos el metro que nos llevó a Gaia, municipio al otro lado del río donde se encuentran las bodegas del famoso vino de Oporto. El metro que transcurre por el puente Luis I, nos deja muy cerca del Monasterio da Serra do Pilar, desde cuya terraza se disfrutan de unas fantásticas vistas del Duero y la ciudad de Oporto.
 
 
 
 
Bajando por una estrecha calle hacia el paseo del río descubrimos una nueva vista del puente Luis I 
 
 
Ya en el paseo repleto de puestos de artesanía donde poder comprar los típicos recuerdos e infinidad de artículos fabricados en corcho, muchos de ellos sorprendentes
 
 
Los «rabelos» son los barcos que se utilizaban para el transporte de las barricas de vino, hoy son uno de los reclamos turísticos de la ciudad
 
 
Hora de cenar. En uno de tantos restaurantes entre su variada oferta, me decidí por un bacalao con verduras y patatas y un rico y fresquito «vinho verde». Dicen que en Portugal hay una receta de bacalao para cada día del año
 
 
Aún nos quedaba el sábado y la mañana completa del domingo, así que tocaba descansar para la visita guiada que teníamos al día siguiente.
 

Sábado. Habíamos quedado con nuestro guía en la Avenida de os Aliados y la Plaza da Libertade a las 11:30h, así que aprovechamos la mañana visitando lugares que sabíamos quedaban fuera de la ruta guiada. Frente al puente Luis I tomamos el Funicular dos Guindaes desde donde vemos la Muralha Fernandina

 

 
Continuando por la calle Augusto Rosa llegamos  a la Plaza da Batalha donde se encuentra el Teatro Nacional San Joao
 
En el lado opuesto de la plaza se encuentra la iglesia de San Ildefonso cuya construcción se inició en 1709 y finalizó en 1730, posteriormente en 1739 fueron construidos los dos campanarios. En la fachada, las paredes estan decoradas con 11.000 azulejos con escenas de la vida de San Ildefonso y alegorías de la eucaristía. 
 
Siguiendo la Rua Santa Catalina llegamos a la Capela das Almas o Capilla de Santa Catalina construida durante el siglo XVIII en estilo neoclásico.
 
 
Ya nos dirigimos a la cita con nuestro guía que comenzó en la Plaza da Libertade y la estación de Sao Bento que ya habíamos visitado por nuestra cuenta el día anterior. De ahí, como habíamos previsto, nos llevó hasta la catedral de la Sé de Porto en el barrio de Batalha.
 
La construcción de la catedral comenzó en el siglo XII y, a lo largo de su historia, ha sufrido muchas reconstrucciones, por lo que presenta diferentes estilos.fachada y el cuerpo de la iglesia son románicos, y el claustro y la capilla de San Juan Evangelista son de estilo gótico. En el centro de la plaza la picota, columna que se utilizaba para colgar a los criminales.
 
Continuamos nuestra visita bajando por una estrecha y típica calle
 

Continuamos hasta la famosísima Librería Lello pero nos fue imposible acceder al interior ya que había una cola interminable a pesar de tener que abonar 5 euros para entrar, eso sí, te los descuentan del precio del libro que se compre.
 
A escasos 50 metro tenemos la Iglesia de las Carmelitas, pared con pared con la Iglesia do Carmo. Al estar pegada a la Iglesia del Carmen, muchos piensan que son un mismo templo, pero se diferencian claramente los distintos estilos de construcción que hay entre ambas.
 
 
Desde este punto se ve la Torre de los Clérigos. Este conjunto monumental del Siglo XVIII fue construido por la hermandad de los Clérigos Pobres en el casco antiguo de la ciudad de Oporto, en el lugar que se conoce como «el cerro de los ahorcados», ya que es el lugar donde se enterraba a los ajusticiados.
 
 
Bajando por una de las calles a la derecha, llegamos a un mirador con excelentes vistas de la ciudad
 
 
Aquí terminó nuestra visita guiada, la tarde la dedicamos a pasear por ambas márgenes del Duero perteneciente una a Oporto y la otra a Gaia con su teleférico donde tuvimos oportunidad de sacar algunas fotos nocturnas
 
 
 
Domingo. Algo que no os podéis perder es hacer una excursión por el río Duero en alguno de los barcos turísticos que parten del paseo del río y nos llevan bajo los 5 puentes, hasta el ponte do Freixo por un lado y al de la Arrábida, ya cerca de la desembocadura del Duero en el Atlántico.
 
 
 
 
Después de esta recomendable excursión había que comer y lo hicimos en la terraza de un restaurante en el paseo del río en el lado de Oporto. Os dejo un par de muestras, pulpo a la brasa y una de tantas recetas de bacalao
 

 

Después de una agradable sobremesa tocaba ir al hotel a recoger las maletas para ir al aeropuerto dando por terminado nuestro fin de semana en Oporto. Espero que os sirva como guía para vuestra visita a esta preciosa ciudad.
 
¡¡Buen viaje amigxs!!
 

 

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